miércoles, 29 de noviembre de 2006

La Frescura con nombre de Mujer:





Lisette era una muchacha de 20 años, linda, hermosa de cabellos castaño. Tenia una vida como cualquiera muchacha universitaria que se divertía.

Tranquila caminaba por los pasillos de la universidad. Y aunque su vida social no era de la mejor, ella no se hacía problema ya que tenia su novio a cual adoraba. Después de todo, no necesitaba a nadie más en el mundo que él. Por eso, llevaban dos años y medio de amor incondicional el uno al otro.

Un día, Lisette apurada se le queda un libro de historia en una sala de la universidad. Rápidamente corre a buscarlo, suponiendo donde podría estar. En el camino, se encuentra con un montón de niños, ella los observa pero solo se queda mirando a uno solo, perpleja. Así, empezó a sentir cosas que nunca había experimentado antes ,una corriente caliente que pasaba por todo su cuerpo.

Se extrañó de ella misma, pues hace dos años y medio que no miraba a un hombre de esa forma. Tomó el libro y salió rápidamente de la sala; se dio cuenta que estaba roja como una langosta recién hervida y muy nerviosa siguió su camino. Andrea, que era su única amiga, su confidencial, se dio cuenta inmediatamente del cambio de ánimo de Lisette. Le preguntó que pasaba y ella le contó todo lo que había pasado. Lisette se sintía culpable como si en ese mismo instante le había sido infiel a Alejandro.

Al día siguiente ella no pudo quitar de su imagen a ese bello hombre anónimo que la había dejado anonadada. Extrañada hasta de las misma sensaciones de su cuerpo, se había dado cuenta que ni con Alejandro en esos dos años le había pasado algo parecido. Nunca tuvieron un mal pololeo. Nunca tuvieron problemas grandes; ni sentimental, ni de cama. Se podría decir que eran una pareja 100% feliz, pero al darse cuenta que podía sentir mucho más cosas y con otro hombre, le quedó la sensación de querer algo mas...

Era la semana de la carrera de Lisette, y estaba convencida de ir, en parte porque fue persuadida por sus compañeras. Ya habían averiguado quien era el muchacho misterioso del cual ella suspira toda la noche, y sabían que iba asistir a ese gran carrete. Lisette sabía que si lo tiene enfrente de sus ojos no sabría que hacer; su cuerpo en ese momento a lo mejor no respondería o a lo mejor se lanzaría a sus brazos olvidando todo tipo de compromiso que tiene.


Eran las 3 de la madrugada, la hora más “hot” de la noche y no había pasado nada, pues no estaba él. Con gran desilusión decide marcharse, dejando sola a sus amigas que estaban de lo más divertidas, muy apenada por no poder verlo. Muy triste y aburrida, sale con la cabeza agacha.

Alejandro ya la había llamado tres veces para saber de ella. A la tercera ocasión, enojada le responde que está bien y que se irá tarde del carrete, desquitándose con él por no haber visto a este muchacho misterioso. De repente choca con este muchacho guapo, alto, grande, de cuerpo tonificado, su hombre perfecto. Muy avergonzada, porque lo había mojado con el trago que llevaba en manos, él le sonríe y le dice que no se preocupe. Sin embargo, le pide que lo acompañe al baño para limpiarse, y ella sin reparo acepta como si lo conociera desde siempre.

En el baño no aguantó más. Lisette lo agarró de un brazo y lo tiró contra la pared. Lo besó con ganas, como si estuviera saboreando el chocolate más dulce, sintiendo muchos deseos, deseos de toda una vida. Él, como todo hombre, no paró y siguió el juego que Lisette había comenzado. La tomó de las manos, dejándola contra la pared, cambiando los roles de mando y acariciándola hasta el ultimo cabello. Con sus gruesas y grandes manos toca todo su cuerpo. Ella no aguanta, pues siente que le tiemblan las piernas, en ese instante él le dice que se vayan juntos porque no quiere parar esta sensación de sentir el calor que bota por los poros.

Sin pensarlo y sin ningún remordimiento del amor de Alejandro se fuga con este amor pasajero. porque ella sabe que es así: una locura de noche que no podrá parar. Así que sin luchar contra su destino se fuga con él en su auto y llegan a la playa más bella que podría a ver en esta ciudad escondida para todo el mundo, como si fuera hecha para todos los amantes que no tienen donde ir, el lugar mas romántico.


Una vez que detiene el motor del auto, automáticamente se juntan sus labios y cuerpos como si no tuvieran más tiempo sobre la arena botan esa pasión. Sintiéndose el ruido de la playa, como si el paisaje orquestara a propósito el ambiente ocultando los besos de los amantes para que nadie lo escuchar, esa noche Lisette no midió las consecuencias, y llevando su pasión, empezó a despojarse de sus prenda por prenda, para entregarse por entero al amor de la noche oscura...

7 comentarios:

Sapitita dijo...

Historia refrescante, muy juvenil y podría decirse un tanto erótica...

Si este es un relato verídico ¿quiénes serán sus protagonistas?

yorsh, pauly, patty dijo...

no se nose


el amor

que locura

que locura!!!!!!!!!!!!!!!!!

ferninat dijo...

bueno, muy lúdica esta historia creada por
... chan chan chaaaaaaaaan

Anónimo dijo...

Una historia que sucede cada dia a cada rato.
Es tipico que los seres humanos se sienten traidos.
Ese es el gran erros,a veces buscamos la emocion y nos arriesgamos a perder algo hermoso que ya tenemos.
Entretenida.

Anónimo dijo...

La redaccion es simple y clara.
Se dan datos y espeficicacion de la situacion.
Descripcion de emociones claras.
Se puede imaginar el relato,es entretenida de leer.

Anónimo dijo...

Ojala sigas escribiendo, así pones en práctica tu redacción y creatividad.

Suerte y visita mi blog ;)

Anónimo dijo...

Este tipo de situaciones nos pueden llevar a perder lo que mas amamos en la vida.
Quién es la autora?, una forma simple y clara de redacción...felicitaciones